Si pensabas que el pop había llegado a sus niveles más bajos con los Jonas Brothers, Camp Rock, Hannah Montana y otro producto para adolescentes retrasados diseñados por los ejecutivos de Disney Channel, estás equivocad@: Justin Bieber es, de lejos, el esperpento musical más estúpidamente injurioso de todos los tiempos.
No entiendo qué le pueden haber visto a ese niño que, en unos años, será la versión masculina (?) de Hilary Swank. No entiendo cómo una canción que repite la palabra "baby" en el 99.9% de su extensión puede coronarse como número uno. En fin. Veamos el lado divertido de las cosas.
A un concierto va todo tipo de gente, y por ahí siempre suele colarse alguien que va acompañando a un(a) fan. Supongamos esta situación: hace tres semanas la enamorada de un tipo adora a Justin Bieber, y le ha hecho comprar su entrada y, además, le ha pedido que la acompañe. Como el amor lo aguanta todo, en un acto de generosidad y masoquismo injustificado, el tipo accede a la petición. Y llega el gran día. Miles de fans están reunidos mirando a Justin, y el tipo -que lo detesta por haberle hecho gastar su dinero- no tiene mejor idea que lanzar un objeto volador no identificado directamente a la cabeza del muchacho, alarmando a sus fans y provocando risas entre sus detractores.
¿Pero por qué hace reír un hecho que bien pudo terminar en tragedia? Simple. Los reflejos tardíos del ídolo. ¿De verdad sintió dolor? Véanlo ustedes mismos.
(Clic sobre la imagen para ver video)Hasta ahora me pregunto, ¿por qué no le tiraron un ladrillo y lo callaron de una vez por todas? Si quieren seguir mofándose, aquí les dejo un videíto inspirando en el golpe y que, sinceramente, es mucho mejor que cualquier canción de Bieber.
(Clic sobre imagen para ver video)